Estreno razones para quererlo de un modo que no duele, anestesiando los rincones en los que solía latir mi instinto de amarlo de manera desmedida.
Siembro emociones nuevas. Motivos que me alcanzan para evitar necesitarlo. Pretextos que invento para celebrar la amnesia de su recuerdo.
Ando sola.
Conmigo y sin él.
En esta soledad que parece un eterno domingo.